Desde la primera semana de Septiembre del año en curso, tres congresistas peruanos y una ex candidata presidencial se han vistos envueltos en escándalos públicos que han estremecidos los cimientos de la opinión pública.
La primera ellas fue la legisladora Nancy Obregón, pertenecientes a la filas de Ollanta Humala, el político peruano más cercano a Hugo Chávez, cuyo ex asistente fue hallado con 141 kilos de cocaína en un operativo policial, donde además encontraron una tarjeta precisamente que daba cuenta de su labor parlamentaria.
La congresista en referencia ha sostenido públicamente que desde hace más de dos años dicho asistente, Max Caller, no trabaja en su oficina parlamentaria. Un solo detalle: Nancy Obregón es una legisladora cocalera. Además, en esos mismos días se reveló que su asesor legal había defendido a un narcotraficante.
El líder del Partido Nacional del Perú, Ollanta Humala Tasso, ha evitado pronunciarse en el tema de fondo: Si en su campaña habría ha sido financiado con plata negra; por el contrario, Humala ha dicho que el tema ya está aclarado y que no hay nada más que decir.
El segundo caso que provocó primera planas de los diarios limeños fue la denuncia de una ex empleada de la congresista de Acción Popular, Rosario Sazieta, Maria Elena Meridiano por maltratos laborales y, lo peor del asunto, es que reveló que ella le lavaba los píes a dicha legisladora.
Y el tercer hecho escándaloso es los graves incidentes familiares que terminaron con una herida punzo cortante (apuñalado por la espalda) contra el congresista de las filas del fujimorismo, Ricardo Pando, por su propia esposa.
La esposa del parlamentario denunció también maltrato sicológico y además que mantiene un doble vida con otra mujer. Ella dijo que hace un buen tiempo le planteó el divorcio y el legislador se negaba a gestionarlo.
Y finalmente, la ex candidata presidencial de Unidad Nacional, Lourdes Flores Nano, fue duramente cuestionada al aceptar presidir el directorio de una nueva empresa aérea ligado a un personaje que habría lavado dinero sucio (narcotráfico) para crear precisamente la mencionada compañía aérea.
Lourdes Flores Nano defendió a César Cataño, el empresario que ha cambió su nombre, según las investigaciones periodísticas por estar ligado a un caso de drogas. La lideresa dijo públicamente "que ponía las manos al fuego por él".
Las recientes encuestas le otorgan el derecho a la duda a la política que perdió en dos oportunidades sendas campañas presidenciales. Es decir, su palabra mantiene un alto índice de credibilidad sujeta ahora al resultado de las investigaciones a Cataño.
En todo caso, las portadas y las noticias de los políticos peruanos llenan por estos tiempos páginas de los diarios y noticieros peruanos, así como de América Latina.
Lo que es seguro que las próximas encuestas pondrán al Congreso Peruano en su más bajo nivel de aceptación.
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