Todo un chongazo, para decirlo en lenguaje sencillo, todo un escándalo se armó luego que un grupo de periodistas sorprendió a un selecto ramillete de vedettes que salían de un penal limeño, donde no pudieron exhibir sus calidades artísticas para los presos de la "tercera edad", en la cárcel "San Jorge", donde se encarcelan a presos primarios, es decir que no son peligrosos y además son primerizos en la actividad delincuencial.
Los peruanos, como siempre, nos quedamos con la boca abierta, algunos; y otros llenos de envidia al no poder acceder a tan espectacular presentación de las jóvenes bailarinas, quienes además salían del penal vestidas con sus mínimas prendas que provoco la hilaridad de los periodistas y las personas que en ese momento circulaban por el lugar.
Debemo precisar que el penal "San Jorge" se encuentra ubicado en pleno corazón de la gran Lima y es fácil acceso.
Sinembargo, a raíz de tales imágenes se ha puesto al descubierto la "diversión y entretenimiento sano" de los presos que alberga el referido penal. Y la pregunta es quienes están recluidos. Por ejemplo, don Rómulo León Alegría; militares condenados por corrupción en el gobierno de Alberto Fujimori; además de empresarios y presos considerados de la alta sociedad.
Esos eran los "pobrecitos viejitos de la tercera edad", que iban a gozar de un momento "sano esparcimiento", al apreciar los cuerpazos, bellos e impactantes de una diez damisellas que su único oficio es mover como una gelatina sus cuerpos al compás de la música que hoy tiene encandilados a millones de peruanos: La Cumbia.
Las "Tremendas de la Cumbia" y "Las Angeles de Fuego", dejaron en ascuas a sus fugaces admiradores; ellas iban a dar una catedra bailando, cantando y haciendo soñar a los preciosos que así vieron frustrados esos gratos momentos que, seguramente, esperaban con devoción.
Claro que las historias de las fiestas, las vedettes, los tragos en los penales peruanos no son nada nuevo, por el contrario hay versiones que señalan que estos espectáculos son financiados por los más poderosos presos que han convertido en todo un lucrativo negocio esta actividad.
Así que no es un secreto que además de las vedettes ingresan conjuntos musicales y orquestas que le ponen el toque del sabor cumbiambero tanto en el penal de Lurigancho, entre otros.
En todo caso, los peruanos que apreciamos por televisión a las vedettes nos quedamos con la miel en la boca, al apreciar ese imponente ramillete de bellas jóvenes que han recibido el respaldo de sus colegas con ese consabido dicho "tienen derecho a trabajar".
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