domingo, 30 de agosto de 2009

UNA REVOLUCION ECONOMICA EN EL PERU

Una mirada fría y real de la economía peruana nos conduce a un análisis de fondo con interrogantes sencillos ¿Hay algún cambio en la economía peruana? ¿Porqué Jaime De Althaus, conocido conductor de televisión, insiste que la economía peruana va por buen camino?
Bueno, Rolando Arellano, autor de obras titulado "Bueno, Bonito, Barato", reflexiona sobre las transformaciones y cambios que está dando la nueva clase media peruana. Y al toque nos preguntamos ¿Hay una nueva clase media?
Y la respuesta es afirmativa y todos los peruanos lo podemos apreciar por el crecimiento en la construcción de supermercados en las principales ciudades del Perú, los mismos que se están convirtiendo en un acelerador de la economía popular.
Los resultados están a la vista. Solo en Lima se han inaugurado supermercados en distritos populares que solo hace unos años era imposible de creer que se podrían construir en San Juan de Lurigancho, Los Olivos, entre otros.
Y que fenómenos simultáneamente se produce, tal como el propio Arellano revela, en estas zonas: 1) existe mayor movimiento económico en la compra de pequeños productos; 2) da oportunidad para abrir nuevos establecimientos comerciales alrededor de estos supermercados, es decir de la movilidad con los ya famosos taxicholos hasta los ómnubus gratuitos que trasladan de ida y vuelta a los consumidores; 3) se da una competencia en los precios y 4) se aprecia que los pobladores acuden masivamente a estos centros comerciales.
Además podemos agregar que hoy ya no es un privilegio ni ventaja de los hijos de los que viven en San Isidro, Miraflores, Surco, La Molina estudien en las univeridades consideradas de primer nivel, como son la Universidad de Lima, Católica, Pacífico, porque desde hace unos años estas casas de estudios reciben alumnos de San Juan de Lurigancho, Comas, Villa El Salvador, entre otros. Similares casos se presentan en las mejores universidades del interior del país.
Sencillamente existe una prioridad de los padres de familias, sea cual sea su trabajo, de invertir en educación.
En todo caso les dejo con el comentario de Rolando Arellano sobre el tema:
¿Hay sitio al medio?

Desde hace algunos años en nuestro país se están dando transformaciones que están cambiando la cara de la sociedad y la economía nacional, cambios que quizás por vivirlos diariamente no han sido totalmente entendidos por las empresas, y por tanto no incluidos en sus planes de negocios.
El más importante de ellos es un fenómeno que tendrá repercusiones de corto, mediano y larguísimo plazo para todos: el crecimiento de una nueva clase media, con características distintas a las clases medias tradicionales, y que exige un tratamiento también diferente al que se le ha dado siempre a éstas.
No se trata “del mercado de los pobres”, que algunas empresas han comenzado a mirar motivadas por el libro “La Riqueza en la Base de la Pirámide” del profesor hindú radicado en Estados Unidos CK Prahalad.
Se trata más bien de un mercado compuesto por ex pobres, que hoy se han convertido en la nueva clase media de nuestras ciudades y que todavía no han sido analizados en su verdadera dimensión en nuestros países.
Si bien existe un mercado no tocado en la llamada “BOP” (Base Of the Pyramid), inmenso en India o China, creemos que todavía en el Perú también hay oportunidades de desarrollo importantes en el medio de esta pirámide, o más propiamente, en el medio de este rombo que es la verdadera estructura de nuestra sociedad.
Esta nueva clase media ha crecido en sintonía con diversas “revoluciones” del lado de la oferta a las que también nos estamos acostumbrando rápidamente.
Está allí el inmenso desarrollo de las comunicaciones, que hacen que hoy uno de cada dos peruanos urbanos tenga un teléfono celular y que por lo tanto integre redes sociales cada vez más importantes.
También está la penetración del crédito en grandes sectores populares, que les permite hoy acceder a departamentos, autos y otros bienes que antes serían imposibles de alcanzar.
Se observa igualmente mayor oferta de supermercados y centros comerciales en zonas de Lima y en provincias servidas antes sólo por mercados y bodegas, que permiten a los consumidores escoger entre más marcas y productos.
Y junto a ellos está la revolución de la vivienda, de la oferta en educación, y del internet, por solo citar algunos. En fin, aspectos que han cambiado dramáticamente, y seguirán cambiando las condiciones del mercado peruano.
¿Están las empresas peruanas preparadas para ese cambio?
¿Han considerado que quizás allí se encuentra la estabilidad en periodos de crisis y la oportunidad de crecimiento cuando el tiempo amaine?
En función de los estereotipos que se oyen cada día todavía sobre los consumidores peruanos, pareciera que la respuesta es no.
Es entonces momento de que gerentes y empresarios sepan que en los mercados medios todavía hay sitio, pero que para conquistar un lugar allí deben conocer bien a los nuevos consumidores que los conforman, evitando prejuicios, y abriendo los ojos a las inmensas oportunidades que ellos ofrecen.


Rolando Arellano C.Centrum Católica

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