domingo, 23 de agosto de 2009

OBRAS SON AMORES, INAUGURACIONES PARA 2011


Una gigantesca discusión, polémica y debate se desatará en la presente semana en el escenario político de nuestro querido Perú, tras el informe periodístico de uno de los diarios más serios que ha anunciado "En el Perú se inaugurarán obras por más CINCO MIL MILLONES DE DOLARES".

Ahora, con justa o injusta razón, saltarán al cuello del gobierno para denunciar las maniobras para ganar las elecciones del 2011. Ya veremos a Ollanta Humala, Lourdes Flores, Keido Fujimori y Alejandro Toledo a decir todo lo que se les antoje para desprestigiar las obras que se inaugurarán pronto.

Pero, será mejor que ustedes le den una lectura a tal anuncio:

TERMINARÁN EN EL 2011

En el Perú se inaugurarán obras por US$5.400 mlls

Carreteras, proyectos de agua y hasta el tren eléctrico en la lista
“Obras son amores y no buenas razones”.
Aunque el origen del conocido refrán nada tiene que ver con el arte de hacer política, su aplicación es casi una norma cuando de campañas se trata.

En palabras del analista Fernando Tuesta, la experiencia demuestra que los gobiernos en el Perú incrementan su gasto público en el último año de su gestión, al punto que se puede establecer la relación obras públicas-interés de intención de voto.
Pero ¿a qué viene tal reflexión si estamos a casi un año de la partida para las elecciones del 2011?
Pues a que la próxima campaña se anuncia agitada y no necesariamente por antípodas ideológicas.
Un rápido repaso de los cronogramas de inversiones sectoriales da luces sobre lo que se viene a partir del segundo semestre del 2010: la entrega de obras por más de US$5.400 millones.
Es decir, inauguraciones al por mayor y en casi todas las regiones del país. Obras hay para todos los gustos: carreteras concesionadas y rehabilitadas, aeropuertos regionales en manos privadas, plantas de tratamiento de agua y hasta el terminal portuario más moderno de esta parte de la región.
Al respecto, Gonzalo Prialé, presidente de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura (AFIN), concuerda con que el bienio 2010-2011 será recordado como uno de los más pródigos en el desarrollo de infraestructura.
Y esto —agrega— es el fruto de la decisión política de un gobierno que apostó por hacer obras.
Razón no le falta, ya que si bien algunos proyectos que se entregarán a partir del próximo año comenzaron en gobiernos anteriores, la virtud de la actual gestión es haberles dado continuidad.
Prialé añade que las obras también responden al sostenido crecimiento económico del país, sobre todo en los dos primeros años de la gestión aprista.
En este punto cabe preguntarse si es posible que se hayan programado las obras con el objetivo de que se decanten en la recta final del quinquenio 2006-2011.
La respuesta del viceministro de Saneamiento, Guillermo León, es que el planeamiento de las obras obedece a un criterio técnico y que su coincidencia para los próximos meses se debe a la natural maduración de proyectos de la envergadura del trasvase de aguas Huascacocha y la planta de Huachipa.
“Para mi gusto, sería mejor avanzar más rápido, pero tenemos que ir con los tiempos del aparato estatal”, comenta.

Si bien esta argumentación es válida, el caso del tren eléctrico —que como sabemos quedó inconcluso desde el primer gobierno de García— merece mención aparte, ya que tras un fallido intento de concesión en Pro Inversión ahora es impulsado por el Ministerio de Transportes con el objetivo de que su tramo inicial vea la luz el primer semestre del 2011.
Aunque el proyecto mencionado tenga un tufillo de reivindicación política, Hjalmar Marangunich, director de concesiones en Transportes, precisa que las obras del MTC se han decidido en función de los beneficios que traerían consigo.
Desde el lado privado, el analista político Enrique Bernales considera lógico que las obras implicarán un rédito político para el presidente Alan García Pérez, pero afirma: “Más allá de que haya habido o no cálculo político, debe llenarnos de satisfacción que se hagan obras que acorten la deuda interna que el Estado tiene con los peruanos”.
Tuesta Soldevilla concluye esta discusión con un comentario a tomar en cuenta: “El Apra es el único partido capaz de organizar una estrategia electoral y más con la ayuda del poder”.
Es preciso señalar que las obras cuantificadas en este informe se reparten entre los sectores Saneamiento y Transportes. A estas habría que agregar las inversiones en viviendas de interés social, comunicaciones, así como las obras de los gobiernos regionales y locales.
LA OBRA DIFERENTE
Si bien la premisa del presunto uso político de las obras recién se podrá comprobar o negar el próximo año, hay otro aspecto que está claro: el cambio de paradigma del Estado para contratar obras públicas.
Esto significa que a diferencia de experiencias anteriores —cuando se contrataban obras para la foto de campaña y luego se las abandonaba— ahora se ha preocupado por asegurar el mantenimiento por períodos que van desde los cinco años (en el caso de las vías rehabilitadas con el Proyecto Perú).
En otros casos se optó por concesiones a largo plazo, que llegan con las inversiones privadas bajo el brazo.
LAS CIFRAS
20% de las carreteras nacionales está concesionado actualmente.
Todas estas vías se entregarán durante el primer semestre del 2011.
8.368 kilómetros de vías nacionales están en proceso de rehabilitación y asfaltado con pavimento económico dentro del Proyecto Perú del MTC.
US$1.900 millones costarán las IIRSA Norte y Sur.
US$550 millones se invertirían en la construcción del primer tramo del tren eléctrico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario