martes, 18 de agosto de 2009

EL DIVO SILVIO BERLUSCONI ARREMTE...







A su estilo y convertido en todo un divo de la política europea, don Silvio Berlusconi, el mismo de las encamadas con las italianas más ricotonas, jóvenes y hermosas, hoy nos sale que no le envidia al físico del ex primer ministro españo, José María Aznar.



A su estilo, claro que tiene que ser a su estilo, porque Silvio, el hombre más poderoso de Italia, tiene ese instinto polìtico y mediático de hacer noticia, arrasar con las primeras planas y portadas a nivel mundial y él, conocedor de ese detalle, solo se dedica a deleitarnos con sus ocurrencias, sus audaces movidas y sobre todo dando clases de cómo mantenerse vigente en el exigente mundo polìtico de hoy.



Además una de sus hijas también ha dado declaraciones que ha sorprendido a propios y extraños porque nos hace pensar que él divo sabe formar a sus hijos.



Tenemos la crónica:





Berlusconi: "No envidio la forma física de Aznar"



El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, asegura que a sus 72 años no envidia en absoluto la forma física del ex presidente del Gobierno español José María Aznar, de 56, porque él, dice, tampoco está nada mal.


"Aznar tiene más tiempo libre que yo. La envidia es un sentimiento que nunca he conocido. Y además, yo tampoco estoy nada mal".


Berlusconi ha realizado estas afirmaciones en una entrevista que este miércoles publicará la revista Chi y de la que este martes adelantan algunos extractos los medios de comunicación de Italia.


En ella, Berlusconi, que en la primera parte de sus vacaciones acudió a una clínica de adelgazamiento para someterse a tratamiento, habla de la dieta que sigue para perder algunos kilos de más y para acercarse a los esculpidos abdominales que el ex presidente español lució durante
sus vacaciones en la isla italiana de Cerdeña.


"No bebo nunca alcohol. Me he reducido la dosis de pan, la pasta y el arroz. Estoy en el buen camino para volver a estar en forma", comenta el primer ministro italiano.


Berlusconi va y viene estos días a Cerdeña para reunirse con parte de su familia durante las vacaciones de verano en la mansión de Villa Certosa.



"Amo Cerdeña y estoy muy unido sentimentalmente a Villa Certosa, donde me siento como fuera del mundo. Por esto no quiero venderla", indica.



"Pretendo más bien defender mi privacidad de la sistemática violación que han cometido pseudo-reporteros en manifiestas violaciones de las leyes en vigor", agrega.



El primer ministro, que ha recurrido en varias ocasiones a la Justicia italiana para denunciar la violación de su privacidad, asegura que no basta una multa para sancionar este tipo de delitos porque no deben equipararse a las infracciones por aparcar en lugar prohibido.



"No es aceptable que aumenten las reglas, que se multipliquen las disposiciones y los organismos que tutelan la privacidad, y que a la vez se pueda invadir tan fácilmente la vida de los demás", explica.


Desencuentro entre las hijas de Berlusconi


Silvio Berlusconi, no ha conseguido mantener unida a toda su prole durante las vacaciones en la isla mediterránea de Cerdeña, al haberse producido un desencuentro entre su primogénita, Marina, de 43 años y fruto de su primer matrimonio con Carla Elvira Dall'Oglio, y una de las hijas de su segundo matrimonio, Bárbara, de 25 años.



El periódico habla de que, por el momento, no hay "ningún armisticio" a la vista, después de que el pasado 10 de agosto Marina reprendiera a Bárbara durante la celebración de su cumpleaños en Villa Certosa, en Cerdeña, por

la entrevista que concedió a la edición italiana de la revista Vanity Fair.


La Repubblica va más allá y afirma que el malestar de la primogénita de Berlusconi con Bárbara tiene que ver también con el hecho de que esta última haya manifestado su deseo de trabajar en el mundo editorial, en el que la familia del primer ministro está presente con la firma Mondadori, la mayor de Italia y que preside Marina.


Consejos morales de la hija de Berlusconi



"Nunca he ido con hombres ancianos", declara Barbara en una entrevista



"No creo que un político pueda permitirse distinguir entre la vida pública y la vida privada". Así se pronuncia Barbara Berlusconi, hija del primer ministro italiano, sobre los escándalos protagonizados por su padre.



La edición italiana de la revista Vanity Fair dedica la portada de su último número y una larga entrevista a la joven, que a sus 25 años recién cumplidos acaba de dar a luz a su segundo hijo, Edoardo.


"Los representantes políticos están llamados a hacer crecer y prosperar la comunidad, y se espera de ellos que salvaguarden y eleven los valores que expresa la sociedad".



Detrás de esas declaraciones se intuye la opinión de la cuarta hija de Silvio Berlusconi acerca de las fotografías de su padre en Villa Certosa con invitados ligeros de ropa, de sus supuestas relaciones sexuales con prostitutas de lujo (desveladas por Patrizia D'Addario) o de su asistencia al 18 cumpleaños de Noemi Letizia.



Barbara admite que le "sorprendió" aquello: "Mi historia es la de una chica que ha vivido su juventud de modo normal y sereno. Nunca he ido con hombres ancianos, se trata de lazos psicológicos en los que no tengo experiencia".



Después de aquella fiesta, Veronica Lario pidió el divorcio al primer ministro, al que llegó a acusar de relaciones con jóvenes menores de edad.


Sobre el divorcio de sus padres, Barbara dice que siente un "dolor intenso", pero que más fuerte es "el sentimiento de unión familiar".



De la misma manera, asegura que "no hay ninguna lucha" entre los cinco hermanos Berlusconi por el patrimonio familiar tras la separación. La joven forma parte desde 2003 del Consejo de Administración del grupo empresarial Fininvest, fundado por su padre y presidido hoy por su hermana mayor Marina.



En la entrevista sólo explica: "Quiero estar cerca de ambos, que sufren profundamente", y añade: "Al menos todos los hermanos estamos viviendo esta situación a una edad en la que podemos entender lo que sucede".




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