domingo, 2 de agosto de 2009

REAL MADRID Y SU ENTRENADOR...


Una vida de ensueño o vive una fantasia real. Bueno, así es ahora la realidad del entrenador del Real Madrid, Manuel Pellegrini, quien tiene un sueldo de CINCO MILLONES DE EUROS al año. Su contrato es por dos períodos.
Además el club hispano - donde juegan Kaká, Cristiano Ronaldo, dos luminarias mundiales del fútbol - le dota de las aspectos absolutamente indispensables para llevar una vida sin necesidad alguna: Un auto audi, un departamentazo en una zona exclusiva, ropa de primer nivel y, por su puesto, su alimentación rica en proteínas, calorías y vitaminas. Puro lujo.
Todo eso para que Pellegrini solo se dedique a obtener triunfos, éxitos y los mejores resultados en la alta competencia futbolística de España y, por ende, de las competencias europeas.
Es por eso la atención de primerísimo nivel y lujos por doquier: LOS DESEOS DE GANAR TODOS LOS CAMPEONATOS...Esa es la única tarea de Pellegrini, el entrenador de fútbol de nacionalidad chileno: ganar.
Más detalles en la crónica:
Cómo el Real Madrid le cambió la vida a "El Ingeniero":
El lujoso silencio de Pellegrini
El DT chileno, recluido con su equipo técnico en un exclusivo hotel madrileño, se ha aislado de los medios en una política afín con el tradicional hermetismo del Real Madrid.
Conduce un flamante Audi, viste de Hugo Boss, vivirá en un barrio de ricos y famosos en las afueras de la ciudad, y el club ya prepara postales con su rostro.
A Manuel Pellegrini (Santiago, 1953) se le acabaron las clases de alemán.
También las tardes de golf, las lecciones de pintura, las playas de Benicassim -la ciudad costera del levante español donde el entrenador chileno vivió los últimos cinco años- y las escapadas a los pueblos del interior, como Morella, en la escarpada sierra de Castellón, cuyo castillo medieval y gastronomía enamoraron al técnico desde que fichó por el Villarreal.
Pero aquella vida terminó el 30 de mayo. El día que firmó su contrato por dos años y 10 millones de euros con el Real Madrid.
Hernán Sanz, periodista del Villarreal, el club donde el chileno trabajó los cuatro últimos años, recuerda que Pellegrini "se apuntó en clases de voz para no quedarse afónico en los partidos".
Sin embargo, parece ahora que, más que afónico, el técnico se quedó mudo. Se apilan en el club las solicitudes para entrevistarlo, pero el "míster" no concede entrevistas.
Responde educadamente al teléfono, eso sí. "No puedo hablar; si le contesto, quedaría muy mal con sus 50 compañeros que llamaron antes", explica antes de remitir al periodista al jefe de prensa del Madrid.
Quizás, la primera señal de que "El Ingeniero" ya no es dueño de sus silencios.
Vecino de Miguel Bosé
El técnico vive sus primeros días como madridista en una habitación del Mirasierra Suite, un lujosísimo hotel al norte de Madrid, a la espera de que el departamento de coordinación del club le encuentre una vivienda.
Se hospeda en una "Junior Suite" que cuesta 270 euros diarios ($210 mil), aunque el club le está buscando alojamiento permanente.
Sus preferencias, según su agente Jesús Martínez, son "las afueras de Madrid", ajeno al ruido de una ciudad con cinco millones de habitantes.
Sus opciones pasan por La Moraleja -la urbanización con más celebridades por metro cuadrado-, donde vivieron el ex DT madridista Bernd Schuster o el jugador Sergio Ramos y que alberga residencias de hasta 16,6 millones de euros.
Es el barrio donde vive Isabel Pantoja y donde habitaban Rocío Jurado, Lola Flores y Alejandro Sanz.
Otra posibilidad es La Finca, a seis kilómetros de Madrid, de precios más reducidos -hasta 10 millones la más cara-, donde se aloja Raúl y el lugar al que Cristiano Ronaldo se mudará próximamente.
Allí también tiene casa Miguel Bosé. Pellegrini vivirá solo, como en Benicassim.
"Su mujer tiene un cargo importante en una empresa chilena y sus tres hijos tienen su carrera en Chile. De momento permanecerán allá", asegura Martínez.

Aún sin hogar, Pellegrini pasa sus días enclaustrado en el hotel Mirasierra.
Allí transcurre el tiempo que no está ocupado por entrenamientos, viajes ni partidos.
Cena a diario en "El Verdil", el restaurante del hotel, que cobra 70 euros de media por cubierto ($ 55 mil) y ofrece unas delicias de sushi cocinadas por un chef japonés "que el DT madridista ya ha probado", según los empleados del restaurante.
Comparte mesa con los colaboradores que se trajo de Villarreal: Rubén Cousillas, el segundo entrenador, y José Cabello, el preparador físico. Y al grupo se suele unir Jesús Martínez. "Los mismos de siempre, no se le conocen más amistades", dice un empleado del club castellonense.
A su representante no parece preocuparle esta dedicación tan exhaustiva al trabajo. "¿Tiempo para ocio? ¡Pero si el Museo del Prado ya lo visitó 40 veces mientras vivía en Villarreal!", aclara.
"Manuel está ahora 24 horas metido en el trabajo de pretemporada; nos juntamos en el hotel, come allí, cena allí... tiene que planificar el trabajo de todo un año".
Desde que el Madrid llegó del stage en Irlanda, Pellegrini se desplaza a diario a Valdebebas, una ciudad deportiva de 100 hectáreas situada a 15 minutos del hotel e inaugurada en 2005 por Florentino Pérez en su primer periplo presidencial.
Allí están las canchas de entrenamiento y su despacho. El técnico viaja a las instalaciones al volante del Audi Q7 valorado en 90.000 euros ($70 millones) y que el club ha puesto a su disposición en régimen de leasing .
Nada que ver con los 40.000 euros ($30 millones) del BMW 530 gris oscuro que conducía en su etapa de Villarreal.
Pero convertirse en DT madridista no sólo le ha cambiado el auto. También el aspecto.
La firma Hugo Boss lo viste con trajes que cuestan 900 euros ($690 mil), un cifra que alcanza los 1.400 ($1 millón) al sumar la camisa, zapatos y el resto de complementos de la marca.
Nada que ver, de nuevo, con los trajes que los grandes almacenes El Corte Inglés o la diseñadora local de trajes de baño Dolores Cortés proporcionaban al Villarreal en los años anteriores.
"Todo esto no cambiará a Pellegrini", anota Martínez.
"Evidentemente es un club que lo multiplica todo por mil. Pero Manuel está acostumbrado. ¡Entrenó a un club de la repercusión de River Plate!".
Ya no es dueño de sus palabras
Pellegrini puede no cambiar. Pero cosa distinta es que su entorno haya cambiado por completo. Y ya ha habido roces. En la rueda de prensa que ofreció el pasado 12 de julio, el entrenador chileno se quejó del exceso de jugadores.
Aseguró contar con Sneijder -el club lo quiere vender-; no necesitar más delanteros -días después se fichó a Benzema-, y se atrevió a marcar una fecha para rebajar el plantel: "El 27 de julio", limitó Pellegrini.
Un discurso apropiado en Villarreal, un club gestionado por tres personas y donde la voz del chileno tenía peso. Pero no en el Real.
Fue su primer desliz. A los mandamases deportivos, Miguel Pardeza y Jorge Valdano -el valedor de la llegada del chileno-, se les removieron las tripas al escuchar a Pellegrini dándoles indicaciones sobre su trabajo.
"No conoce el club, es posible que ahora se sienta como un pato en el desierto", cuenta alguien cercano al equipo, para quien el silencio del técnico podría no sólo proceder de su decisión personal ("siempre fue hermético con los medios", recuerdan en Villarreal), sino también del club.
Existe temor de que un hombre de su personalidad desequilibre con sus palabras el multimillonario proyecto de Florentino Pérez.
De sus ayudantes, sin embargo, no se esperan resbalones. Cousillas no habla con los medios. Y a Cabello se le recuerda en Villarreal con un apodo: "El mudo".
Así que tanto el club como el introvertido Pellegrini coinciden en que lo mejor es callar.
El miércoles saltaba al entrenamiento revoloteando la correa del silbato entre el dedo del medio e índice de su mano derecha.
Organizó a sus jugadores en círculo, les habló apenas cinco minutos y los puso a correr por la cancha.
A la plantilla se la está ganando por su temple. A los empleados, con su prestancia ("al menos saluda, no como otros", dicen en la garita aludiendo a los jugadores). Incluso el cocinero, Chechu, está encantado de que el técnico no se inmiscuya en su tarea.
Pellegrini aterriza en un club que ha degenerado los últimos años en el hermetismo profundo. Y parece adaptarse bien.
Si en Villarreal los entrenamientos eran a puerta abierta, en Valdebebas la "persiana" se baja a los 15 minutos. Y después, de nuevo, el silencio. "No da entrevistas porque no quiere. Es su modo de interpretar la profesión", lo excusa su representante.
Para otros, es una arista más de su introversión. "No es un político, no vive de los gestos formales", aseguran desde su entorno. Pellegrini ha llegado a un club ("un sueño en mis 23 años de carrera", admitió en su presentación) ganando casi 5 millones anuales, pero sabedor de que los elogios se los llevarán otros.
En la tienda del club no hay merchandising suyo; sólo llegará a finales de septiembre alguna postal con su rostro. Costará dos euros ($1.500). Una miseria al lado de los 85 euros ($65.000) que se pagan por la camiseta serigrafiada de Kaká.
Los números del "elefante blanco"

A pesar de ser uno de los cuatro equipos españoles que no es sociedad anónima, al Real Madrid no le falta dinero.
De hecho, es el segundo club más rico del mundo, después del inglés Manchester United.
La institución de Manuel Pellegrini está avaluada en US$1.353 millones.
El año pasado facturó US$505 millones y durante 2009 pretende alcanzar los US$565 millones. El objetivo es llegar a los US$707 millones antes de 2013.
La multimillonaria política de fichajes del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha sido cuestionada por el gobierno español y hasta por el Vaticano.
Al empresario, sin embargo, parece no importarle. El año pasado la crisis mundial sacudió fuerte su billetera y, como si nada, perdió más de 800 millones de dólares en acciones. No fue impedimento para seguir haciendo negocios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario