viernes, 10 de julio de 2009

SIN PENA NI GLORIA TERMINO LA ERA YEHUDE






La política y el poder, dos aspiraciones que los seres humanos persiguen, sueñan y anhelan conquistar como una demostración de fuerza, vigor y autoridad.





Sí así lo comprendiera Yehude Simon Munaro, pues se pudiera deducir que su decisión de aceptar la Presidencia del Consejo de Ministros del Gobierno que preside el Presidente Alan García Pérez no le permitió precisamente demostrar la razones por las cuales los seres humanos sueñan, persiguen y anhelan conquistar la política y el poder.





A la luz de los hechos su paso de Yehude Simon por la PCM deja un sabor frustrante para los peruanos que abrigaron la esperanza de apreciar, en toda su dimensión, un político ducho, experimentado y con una fuerza y autoridad para administrar los destino de nuestro querido Perú, tan complicado y tan incomprendido.





Se retira del poder con saldo realmente adverso para sus pretensiones políticas de Yehude, con una figura desgastada por no haber podido responder a la altura las exigencias y reclamos de los peruanos más pobres del Perú profundo; además se retira llevando en sus hombros la tragedia nativa que condujo al gobierno a una de sus peores crisis políticas de los últimos tiempos.



Los peruanos buscamos una figura que irradie autoridad, respeto y equidad en sus decisiones y de ninguna manera soportar la figura de un político que claudica en su contacto con las organizaciones gremiales. Eso es inaceptable.





Sinembargo, es bueno admitir que el ingreso al gobierno de Yehude fue en momentos complicados al estallar el escándalo de los "petroaudios", pero también que no respondió a la expectativa que abrió su designación como producto de su trayectoria respaldada por su gestión frente la región Lambayeque.






Algunos dirán que a Yehude Simon Munaro le quedó grande el cargo, no tuvo muñeca y es más no dio fuego en las ligas mayores; otros dirán que no dio aceptar tal encargo porque buscaron "quemar" una figura que se proyectaba como un candidato de fuerza para el 2011.






Y como en las mátematicas 2+2 son 4; en la política se te da la oportunidad de convertirte en el segundo hombre más importante del Perú, con todo el poder y con una presencia política en el escenario peruano y no aprovecharlo, eso es realmente fatal.






Yehude Simon Munaro tendrá que hacerse una autocrítica real y cruda para reahacer su carrera pública porque - como todos saben - apesar de su retiro del premierato sin pena ni gloria, tampoco existen "muertos políticos", sino que le pregunte a Alan García Pérez.







EDGAR Y CESAR

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