En los últimos días la justicia y la policía se encuentran en el ojo de la tormenta periodística provocado por decisiones que han originado el rotundo rechazo de la opinión pública de los peruanos a lo largo y ancho de su territorio.
Es totalmente inexplicable las razones - a pesar que los magistrados implicados dieron su versión - el otorgamiento del arresto domiciliario del principal involucrado del sonado caso de los "Petroaudios", que ocasionó la caída del gabinete que presidía Jorge Del Castillo, a pesar que no se encontraron ninguna evidencia o indicio de delito contra el ex alto funcionario del gobierno.
La ex carcelación de Rómulo León Alegría ha sido la bandera de batalla de los periodistas y políticos opositores al gobierno de Alan García, que reaccionaron de tal manera que como un resorte vieron en esa decisión judicial la mano gubernamental y al acusaron, con todos los calificativos, de una complicidad para promover la liberación del principal implicado León Alegría.
Eso ocurrió hace casi 7 días; y en las últimas horas se ha revelado que otro de los encausados en este delicado caso, Alberto Quimper Herrera, conocido como "Don Bieto", su arresto domiciliario lo ha convertido en una serie de visitas para apreciar las carreras de caballos, visitar su suite en un céntrico hotel limeño y para proseguir litigando como abogado de importante caso limeño.
Con estos dos hechos de especial trascendencia pública solo que nos queda preguntar: Qué pasa con los jueces peruanos que con estas decisiones se tirán un balazo a los pies? Dónde ésta la policía para vigilar a Alberto Quimper Herrera?
Son decisiones que colocan en un papel vergonzoso al Poder Judicial, donde su presidente, Javier Villa Stein, viene cumpliendo una gestión que iba camino a trascender, pero con estas decisiones lo único que hace es destrozar la confianza ciudadana, que mira como corruptos a todas las autoridades peruanas.
Y también porque la Policía Nacional del Perú no aplica todo el rigor necesario para vigilar el arresto domiciliario de uno de los personajes, como Quimper, que con su lenguaje criollón y picarón nos trajo a la memoria los diálogos de los rufianes más corruptos de todos los tiempos.
Además se ha armado una tremenda confusión acerca de la liberación de Antauro Humala, principal inculpado en el caso del Andahuaylazo, Antauro Humala, al supuestamente haberse cumplido con los tiempos de su reclusión. Simplemente nos decimos ¿Qué es esto? Osea en el Tribunal Constitucional desconoce el sabotaje contra la democracia?
Por favor, QUÉ PASA CON LA JUSTICIA Y LA POLICIA EN EL PERU?
Los peruanos exigen orden, autoridad y firmeza ante la corrupción.
Edgar y César
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