viernes, 17 de julio de 2009

GRACIAS... MICKY ROSPIGLIOSI






Con el soneo de las canciones del incomparable e irremplazable, Héctor "La Voz" Lavoe, fueron seputados los restos mortales de uno de los periodistas más controvertido de los últimos tiempos, Micky Rospigliosi.
El popular Micky, como bien nos han hecho recordar todos los noticieros de la televisión y emisoras radiales, tuvo una fecunda y disipada vida periodística que se dio inició al lado de su padre "Pocho" Rospigliosi, otro icono del periodismo deportivo peruano, quien le inyectó el instinto y la raza del periodistas triunfador nato.
Micky se enfrentó al poder del fútbol peruano, nunca fue de medias tintas ni mucho menos de hablar a media voz ni tampoco perteneció a la larga fila de periodistas "mermeleros".
Vivió a su manera y a su manera se enfrentó dramáticamente a una de las enfermedades más letales de la humanidad: el cáncer; hoy todos sabemos que previamente a su diagnóstico, Micky bailó, encantó y triunfo ante la mirada de millones de ojos atraidos por un programa sabatino conducidos por una mujer que también lucha por mantenerse como una diva.
En esas noches sabatinas, Micky derrochaba elegancia, picardía y soneo en la tarima, donde dejaba todo por una gran causa sin importarle el dolor que lo atenazaba a su cuerpo.
Ahora, si recién ahora, Micky Rospigliosi obtiene un merecido reconocimiento público de todos los sectores de nuestro Perú, porque todos fuimos testigos de excepción de su lucha sin cuartel contra la muerte, que al final lo venció pero que siempre lo encuentro parado.
Micky, con su voluminosa humanidad, heredó el carisma del periodista deportivo vivaz, actualizado, con instinto de cronista nato y sobre todo en cada aparición pública, tanto en radio como en televisión, siempre ponía en alto relieve las inmortales frases que resonaban en cada partido dominical de su también famoso padre "Pocho" Rospigliosi: "Eso es lo que le gusta a la gente" ; "ya vienen los goles de Cubillas"; rematando con "Ovación un Perú en sintonía".
Micky, aquel que bailaba con su única esposa y luego se separó; aquel que se lucía con una vedette con la quien también se separó y con la más reciente que la acompañó hasta el último momento, solo nos queda decirte gracias, gracias por todo y que el Supremo Hacedor te reciba en sus brazos.
Gracias Micky.






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