lunes, 12 de julio de 2010

LECCIONES DE POLITICA Y PODER

Don José Barba Caballero todos los lunes nos ofrece una agradable clase de política y poder que se está conviértiendo en un lectura obligada para todos aquellos que están interesados en los entretelones del PODER.

En su habitual columna que publica el diario limeño Correo y bajo el título :"Homo Politicus", nos gráfica que y que hace un político hoy y siempre:




Homo politicus


De mi trato con el animal social y político que es el hombre, he llegado a confirmar las siguientes leyes, cánones o conclusiones:


1.- El instinto de poseer (amor, riqueza, conocimiento y poder) es lo más saltante de la naturaleza humana. Este instinto es innato e irreversible, no está sujeto a revisión por parte de la cultura, funciona como una fuerza inconmovible y es el responsable directo de todo lo que somos. Por esto es el motor de la historia.


2.- Es ley de la naturaleza que todas las criaturas luchen por preservar su vida y busquen la utilidad propia. Todos somos pues egoístas, de aquí que la primera lealtad del hombre sea consigo mismo y sus intereses. Lo que bien traducido quiere decir que todos son potencialmente desleales y, por ende, ninguno es digno de confianza.


Las palabras de Julio César ante el puñal de Bruto: "También tú, hijo mío", es una historia que se seguirá repitiendo hasta el final de los tiempos. Por esto la mentalidad estratégica comienza con la desconfianza y termina con la desconfianza.


3.- De todas las emociones humanas la que más genera amor, abnegación, lealtad y respeto, es el interés. Nadie que obtenga ventajas de un hombre, una pandilla, una iglesia o un partido político, puede ser convencido de que está del lado equivocado. Lo que más une a los hombres son los intereses, lo que más odia un hombre es aquello que afecta sus intereses. Así que repito el consejo de Benavente: "Crea intereses, no afectos". Las causas nobles seducen a las personas� pero el interés asegura el compromiso.


4.- ¡Todos mienten! La mentira está inscrita en nuestro código genético y es un arma para la sobrevivencia; por esto nadie es quien dice ser. Todos los seres humanos tienen algo que esconder, algo de qué avergonzarse, y todos, absolutamente todos transitamos por un sendero sinuoso que toca tanto el bien como el mal. Por estas razones no existen las líneas rectas y todo político que presuma de intachable es con absoluta seguridad un fraude.

Esto es lo que quiso expresar Freud cuando dijo que en cada uno de nosotros se agazapa un Mr. Hyde bajo la superficie de un Dr. Jekyll.

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