lunes, 5 de julio de 2010

EL PODER DE LA DEMOLICION POLITICA...

Uno de los políticos más connotados del Perú, José Barba Caballero, todos los lunes nos ofrece una visión especial acerca del poder y la política.

La lectura de su columna escrita en un diario limeño amerita un análisis de todos aquellos que son estudiosos del misterio del PODER.

Hoy lunes 05 de julio nos ofrece una clase de DEMOLICION POLITICA puesta en ejecución en la contienda política entre los dos principales candidatos a la Alcaldía de la capital del Perú, como es Lima.

Es así que la candidata por Unidad Nacional, Lourdes Flores Nano, a través de sus principales voceros articuló una campaña de demolición contra Alex Kouri, candidato de Cambio Radical, arriconando a éste tras una serie de acusaciones ligados a la corrupción.

Barba Caballero analiza este hecho y expresa su recomendación:


La demolición en política por José Barba Caballero

Goebbels dijo, y no en broma: �La Iglesia Católica se mantiene hasta ahora porque viene repitiendo lo mismo hace dos mil años�.

Con este mismo método se procede tanto en la propaganda comercial como política: todo el truco consiste en ser pertinaz como una gotera, porque la gente sólo recuerda algo cuando se le repite miles de veces. Así es como se vende jabones� así es como se destruye honras.

Los nazis y los comunistas, que fueron maestros en el arte de demoler adversarios, sabían que primero hay que escoger la etiqueta que se corresponde con el objetivo a machacar, como por ejemplo: corrupto, derechista, borracho, homosexual, vende patria, entre otros.

Para que cualquiera de estas etiquetas prospere, los militantes deben repetir el infundio por calles y plazas, los medios de prensa tienen que contribuir con primeras planas y cada fin de semana deben electrizar al televidente con nuevas denuncias.

En una campaña así, cualquier indicio es una prueba, cualquier testigo adiestrado un testimonio irrefutable. La idea es ensuciar hasta que la etiqueta se confunda con la piel.

Una campaña de demolición puede arrancar de un trapo oscuro del pasado, de denuncias extemporáneas y archivadas, de propiedades que al parecer no se justifican con los ingresos, de donaciones sospechosas y hasta de una simple fábula de un sicario político.

Conducir una campaña sucia exige que se siga de cerca la progresión y que se le sepa alimentar continuamente con informaciones nuevas que aumenten la desconfianza.


La rapidez en este caso es fundamental: es preciso difamar a un ritmo tal, que cuando la víctima responda, la atención del público ya esté en la siguiente difamación.

Lo que me parece increíble de esta historia es cómo un hombre con la experiencia de Kouri se puede haber dejado arrinconar con este manual elemental de demolición política.


Él tiene cómo demostrar que quienes lo tachan de corrupto son en verdad los corruptos; pero algún descocado le ha convencido que no debe atacar el cinismo de sus adversarios, que no debe indignarse con la prensa mercenaria.

Con esta estrategia: �Ante un insulto una propuesta�, posiblemente ganará el cielo, pero con toda seguridad perderá la elección. Aun así, todavía está a tiempo� siempre que pase a la ofensiva y recupere la iniciativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario