jueves, 31 de diciembre de 2009

PERU 2009 y 2010...¿ AÑOS ALENTADORES PARA ALAN ?

Acabó un año, 2009, y se inició ya el 2010.

Uno fue un año alentador y el otro ya comienza también en ese mismo camino de alentador.

Los peruanos vivimos realmente dos realidades. Una de ellas la que nos gráfica e informan los medios de comunicación y la otra es la misma realidad que no se parece ninguna manera a la que nos dan a conocer los periodistas.

Pero debemos hacer una precisión, en ningún momento y por ninguna razón no trato de desconocer ni mucho menos ignorar ni minimizar la labor seria del periodismo, sino que las pasión, pieza clave para el ejercicio periodístico, hace que toman un parcialización que realmente no contribuye a ver lo que ocurre en nuestro país.

Hecha la aclaración respectiva, podemos asegurar que el año que acaba de culminar nos deja con singulares satisfacciones a los peruanos, una de las razones de peso es - que duda cabe - el gigantesco cambio del Presidente Alan García Pérez, quien viene gobernando al Perú con una firmeza económica, social y política que deja con la boca abierta a propios y extraños.


En ese sentido, cumplió con su frase de campaña del 2006 que rezaba que propugnaba un cambio responsable.

Ese significativo detalle ha permitido, por todo lo alto, afrontar a pie firme una de las crisis económicas más pavorosa que afectado a la economía mundial. El Perú, si bien es cierto que el crecimiento sufrió una tremenda frenada de 9.7% de crecimiento en el 2008 ha 1% en el 2009, la economía popular no sufrió ningún shock en los precios ni de ningún tipo.

Prueba de ello que en los últimos dos meses se han invertido más de 600 millones de dólares por fiestas de fin de año, claro indicador de una economía que camina por el camino indicado.

A eso también tenemos que agregar el caso Bagua, con 34 muertos,24 policías y 10 nativos, que conmovió a la opinión pública nacional e internacional. Es cierto que hubo excesos de ambas partes, pero - queramos o no aceptar - hubo una penosa manipulación de sectores interesados en provocar el caos en el Perú.

Nadie desconoce los derechos de los nativos peruanos, nadie quiere hacer tabla rasa de sus derechos, pero es totalmente necio que un sector le hayas inducido a pensar que les iban a quitar sus tierras y sus aguas. Es decir, quitarles su esencia.

Este hecho puso en evidencia la actuación y comportamiento de sectores radicales encubiertos no solo en el parlamento sino también en algunos dirigentes que declararon el mismo día de los luctuosos acontecimientos de "cientos de nativos muertos a malsalva". Hecho que fue desmentido tajantemente por la misma realidad. Nunca aparecieron los cuerpos de los cientos de nativos muertos.

Hoy los peruanos comprobamos otra realidad contundente: La clase media peruana recobrado su vida como un alentador efecto del buen manejo de la economìa.


Y que más que consignarles a ustedes dos certeros comentarios de sendos periodistas que no son amigos ni tampoco enemigos del gobierno pero que sus puntos de vistas no darán una visión más amplia de lo que pasa hoy en nuestro querido Perú:


El año del modelo económico

Víctor Andrés Ponce, columnista del diario Perú

El modelo económico que se desarrolla en el Perú fue sometido al peor de los infiernos: la crisis recesiva más grave de los últimos noventa años. Sin embargo, el modelo a secas, en términos generales, salió bien librado y, por el contrario, se puso mano firme y allí están los resultados. El mundo contempla asombrado las perspectivas económicas del país, y el optimismo de los peruanos desborda los vasos: una increíble campaña navideña pese al 1% del crecimiento.

Es cierto que más de un tercio de peruanos todavía permanece en la pobreza, que los excluidos avanzan como tortugas en comparación con la velocidad de crucero que desarrollan los sectores enganchados a la globalización, que no se descartan nuevos 'baguazos’ por la ineficiencia gubernamental. Todo eso es cierto, pero también es verdad que la mayoría de peruanos ha comprendido que ningún problema se solucionará al margen del propio modelo económico. Una apuesta diferente crea la sensación de un peligroso salto al vacío.

El fujimorato trituró los escombros de la herencia soviética del velasquismo y sentó las bases del actual esquema económico. Al margen de valoraciones de ese régimen, nadie puede tapar el sol con un dedo. En todo caso, los historiadores se encargarán del asunto. Luego sobrevino el enorme mérito de Alejandro Toledo.


En momentos en que, en América Latina, los ajustes económicos fracasaban por la exclusión de enormes sectores del mercado, creándose oportunidades para que los proyectos bolivarianos asaltaran el poder en Venezuela y Bolivia, Toledo se mantuvo firme en el timón. Enfrentó los vientos huracanados que le lanzaba Alan García desde la oposición. El líder aprista encabezaba paros nacionales solicitando el cambio de modelo.

Después, García, convertido en presidente de la República, continuaría el esquema económico e, inclusive, pisaría aceleradores desconocidos. ¿A qué viene todo esto? Vale recordar que, en 2010, el Perú cumplirá cerca de dos décadas aplicando el mismo modelo económico, una bajo un régimen autoritario y otra en plena democracia y libertad. Pero lo más importante: los consensos económicos no solo se convierten en política de Estado sino que, sobre todo, se transforman en sentido común en la sociedad. El consenso, pues, es social.


Sorprendentemente, la economía, como si fuera un ser con vida propia, viene reconstruyendo el Perú en tanto que la política naufraga cada vez más. La ausencia de una reforma del Estado, la dolorosa gestión del Congreso y la incapacidad de ponernos de acuerdo en cómo se organiza la memoria para afrontar el mañana (caso Bagua, por ejemplo) nos revelan que la política se ha estancado en los usos y costumbres del viejo régimen, ese régimen que la economía de mercado está convirtiendo en fardo funerario.


Rendición de cuentas


Por Augusto Álvarez Rodrich

alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Arqueo de lo ocurrido alrededor de las predicciones para el 2009 hechas por esta columna hace un año.

El 1 de enero de este año, aprovechando el descuido típico del primer día del calendario, esta columna lanzó 16 predicciones para el 2009. A continuación, una revisión de lo ocurrido alrededor de ellas.

1. La evolución de la crisis financiera internacional y su efecto en la economía peruana será el telón de fondo del debate político y económico del año 2009. El efecto local de la crisis internacional ciertamente fue un tema medular. Hubiera sido interesante predecir sobre el resultado que tendría. Al final, salimos bien parados, pero eso era algo muy incierto al inicio de un año en el que había temor por la magnitud real que tendría la crisis.

2. El presidente Alan García seguirá siendo el gran defensor del ‘modelo’, pero tendría que cambiar de ministro de Economía ante el desgaste por fuerte presión social y empresarial. El presidente García siguió defendiendo la política económica del gobierno y, en efecto, tuvo que cambiar de ministro apenas empezado el año: el 19 de enero, Luis Carranza regresó al MEF y Luis Valdivieso partió a Washington como embajador.

3. El populismo estará principalmente en la política, con el presidente García como actor estelar y Palacio como teatro de moda. Más eventos tipo teletón. Muchos bailes en camino. El presidente García tuvo esporádicas señales populistas como la condonación de deudas del Banmat. Este año no auspició la teletón, pero sí se la pasó bailando aunque sin mostrar progreso. El despido de Carranza, a fines del 2009, generó preocupación de que estemos en el inicio de la fase populista del gobierno.

4. La aprobación del presidente García seguirá baja, lo cual lo tendrá de mal humor y buscando más perros del hortelano. La aprobación presidencial a nivel nacional, según Ipsos-Apoyo, empezó el año en 28% y terminó en 29%, con un promedio mensual de 28.3%. El pico fue en marzo (34%) y el piso en junio (21%) cuando se dispararon los precios de algunos productos básicos. Su popularidad fue motivo de permanente malhumor presidencial. Y siguió buscando perros del hortelano por todo lado, hasta que se topó con la crisis de Bagua, el mayor problema político en lo que va del gobierno actual.

5. La relación del gobierno –léase, del presidente García– con el sector empresarial tendrá algunos momentos de tensión a medida que crezca el apremio de la política. El presidente García siguió siendo ‘chochera’ de los empresarios, pero se quejó, durante el segundo semestre, porque la inversión privada no caminó al ritmo que él había previsto.

6. Varios relevos en el gabinete ministerial. Empezando por Interior, además de Economía y otros más. En el segundo semestre se iría el premier Yehude Simon. El relevo del ministro Valdivieso en el MEF ocurrió en enero, al inicio del año. En Interior, se tuvo tres ministros (Remigio Hernani se fue en febrero, Mercedes Cabanillas en julio por el pésimo manejo de la crisis de Bagua, y entonces entró Octavio Salazar). Y como premier, Simon renunció justo empezando el segundo semestre, en la segunda semana de julio, también por la crisis de Bagua.

7. El Apra buscará tener más relevancia en el gobierno, y más puestos en el gabinete ministerial. Y los conseguirá. El Apra tuvo más presencia, especialmente con el ingreso de Javier Velásquez Quesquén a la PCM. Pero sería injusto decir que hubo una apristización exagerada en el Consejo de Ministros.

8. No habrá reformas relevantes en servicios públicos básicos como educación, salud, justicia o seguridad. Así fue: no hubo la menor gana de hacer avances relevantes en esas áreas cruciales.

9. Tampoco en las FFAA, con una autoridad civil muy débil luego de la lamentable actuación del general Edwin Donayre. No hubo ningún avance reformador relevante en el ámbito militar, y el ingreso de Rafael Rey en el Ministerio de Defensa constituyó un retroceso significativo en el proceso de inserción del mundo militar en el sistema institucional.

10. Donayre se lanza de candidato a algo. Sus desatinos lo limitarán al ámbito regional. ¿Presidente de Ayacucho? Donayre no ha formalizado’ –todavía– una candidatura, pero sigue siendo una máquina de producir desatinos, lo cual lo ha convertido en la vedette de los programas humorísticos. La imitación que le hace Carlos Álvarez es sencillamente genial.

11. Los ‘petroaudios’ se vuelven historia. Pasan al olvido. Así fue. Aquí no pasa nada y la decisión del juez Jorge Barreto de descartar el uso de los audios en la investigación judicial es la corona de defunción del proceso de los petroaudios. Este fue el gran faenón del gobierno del presidente Alan García.

12. Congresistas buscando empleo en provincias como presidentes regionales o alcaldes. Los parlamentarios insistieron en la búsqueda de una ley que los habilitara para ser candidatos municipales o regionales, pero no tuvieron éxito.

13. Por lo menos un par de incidentes con Chile. Las cosas vuelven, después de cada uno de ellos, al nivel de siempre. Más de uno; el más grave fue por el espionaje chileno. Pero incluso en ese caso, poco después se retornó a la ‘normalidad’.

14. Condena a Fujimori por violación de derechos humanos. Unos 15 años. En la segunda instancia obtiene una rebajita. La histórica condena se produjo pero por 25 años. Aún está pendiente el fallo en segunda y final instancia.

15. Inicio del carnaval electoral. Todo vale. Y todos creen que valen. Toledo, Castañeda, Ollanta, Keiko, Lourdes Flores y algún aprista sin posibilidad. La campaña todavía no ha empezado, pero esos cinco siguen siendo los punteros y todavía no aparece un ‘outsider’ relevante.

16. En el fútbol, seguimos en la FIFA, pero la selección colapsa en su camino al mundial. Esto era muy fácil de predecir: ni nos salimos de la FIFA ni iremos al mundial de Sudáfrica; el fracaso de este año fue estridente, notorio y vergonzoso. Antes de terminar el primer trimestre ya estábamos formalmente liquidados y fuera del asunto.


ESTOS COMENTARIOS PINTAN DE CUERPO ENTERO LOS AVANCES DE UN PERU, CON SUS PERUANOS, CON SED Y HAMBRE DE TRIUNFO, CON UNA GANAS GIGANTESCAS DE DERROTAR A LA POBREZA Y LA MISERIA.

Solo los ciegos, los torpes y aquellos peruanos que no quieren ver la REALIDAD DE UN PERU CON ESOS DESEO DE TENER SU PROPIO DESTINO LIGADO AL EXITO, EL TRIUNFO Y LA GLORIA.

Es por eso que este es el mejor año de Alan García Pérez y de los 29 millones de peruanos.

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